Paraná, 22 de octubre de 2020 – Este año, el nacimiento de un cachorro de tapir está cambiando el escenario de extinción de la especie en el estado de Rio de Janeiro, que duraba más de 100 años. Con la alianza entre el Parque Ecológico Klabin y el Proyecto Refauna, la reintroducción de la especie en el estado empezó a obtener los primeros resultados en la Reserva Ecológica de Guapiaçu, después del nacimiento de un cachorro y la previsión de los investigadores de uno más los próximos meses.

La reproducción de los animales en vida libre demuestra que el establecimiento de los tapires en la naturaleza se está consolidando y que todo el proceso de aclimatación y de suplementación alimentaria desarrollado por los investigadores con los animales fue un éxito. El 2018, el Parque Ecológico Klabin, ubicado en Telêmaco Borba (PR), envió tres tapires, una hembra – Flora – y dos machos – Valente y Júpiter. Los animales nacieron en el Parque del 2000 al 2008 y son de la segunda generación del proyecto de reproducción de tapires iniciado por el Parque a fines de los años 1990. Las actividades del Parque Ecológico promueven la conservación de la biodiversidad, con prioridad para la rehabilitación de animales y la conservación de especies amenazadas de extinción, además del desarrollo de estudios científicos, promoviendo la reproducción y la reintroducción de especies al medio ambiente, que pueden ocurrir en alianzas como esta.

“El nacimiento del cachorro es un fuerte indicio del éxito de corto plazo del Proyecto Refauna. Ese resultado representa que estamos en el camino correcto. Y no recorrimos ese camino solos, pero junto con la Reserva Ecológica, toda la comunidad de Guapiaçu y los aliados que cuidaron a los tapires antes que llegaran aquí”, dijo Maron Galliez, coordinador del Proyecto Refauna y profesor del Instituto Federal de Rio de Janeiro. “El cachorro está con aproximadamente 10 meses y es una alegría muy grande verlo crecer”, finalizó Galliez.

El primer cachorro de la Reserva de Guapiaçu es de la pareja Valente y Eva, que vinieron de Minas Gerais. Maron Galliez estima también que un cachorro más puede llegar en breve, pues otros dos animales oriundos del Parque Ecológico Klabin, Flora y Júpiter, también formaron pareja y las características que se están observando en el comportamiento de ambos apuntan hacia esa novedad. “Esos resultados comprueban la importancia y la necesidad de proyectos y de criaderos científicos que contribuyan con la repoblación de las especies para el equilibrio del medio ambiente. Klabin orienta sus acciones hacia el futuro renovable, basado en la preservación de la biodiversidad y el fortalecimiento de su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, dijo Paulo Schmidlin, coordinador del Parque Ecológico Klabin.

Animales grandes, los tapires pesan entre 200 y 300 kilos y se conocen como “jardineros de la naturaleza” por su papel esencial para el mantenimiento de la biodiversidad de un bioma, pues como se alimentan de los frutos de los árboles y de arbustos, esparcen las semillas por el camino. El proyecto Refauna busca la reubicación de animales creados en cautiverio de regreso a sus hábitats naturales, por eso, alianzas con criaderos científicos de conservación son importantes. Por medio del regreso de la fauna es posible restaurar procesos ecológicos perdidos con la extinción de las especies y, de esa manera, convertir la Mata Atlántica de Rio de Janeiro en un ecosistema funcionalmente equilibrado nuevamente.

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