Lechuga, rúcula, perejil, berro, rábano, col, brécol y guisantes: todo esto y mucho más se puede encontrar en la propiedad de Rafael Floriani Gonçalves Ferreira en Macacos, Lages. Además de producir hortalizas mediante hidroponía (cultivo en el que las raíces de la planta permanecen en el agua), cultiva hortalizas sin utilizar pesticidas. Para satisfacer mejor la demanda de los clientes y aumentar sus ingresos, Rafael quiere certificar algunos de sus productos como ecológicos. "Si no tienes el sello, mucha gente no creerá que tus cultivos están libres de pesticidas. Con él, tenemos más demanda para vender en ferias y recibimos un 30% más por el producto en el Programa Nacional de Alimentación Escolar, el PNAE", explica. Además de ir a los comedores escolares, los productos de la granja se venden en ferias de Lages, a restaurantes y mercados, al Programa de Adquisición de Alimentos (PAA) del ayuntamiento y al ejército.  

El Programa Matas Sociais - Planificación de Propiedades Sostenibles está ayudando a los agricultores a obtener la certificación. El asesoramiento técnico del Sebrae y de la Asociación para la Preservación del Medio Ambiente y la Vida (Apremavi) orientó sobre los lugares ideales para plantar plantones de yerba mate, donados por la Asociación. A medida que crezcan, estos árboles servirán de barreras naturales, impidiendo que el viento lleve gotas de pesticidas de otras regiones a sus cultivos. La hierba también podría constituir un nuevo producto para su comercialización.

Además de la orientación técnica, la consultoría cubrirá hasta el 70% del coste de la certificación. "El proceso de certificación nos resulta caro de pagar por nuestra cuenta y este descuento es una gran ayuda", afirma Rafael. Para el futuro, el agricultor ya tiene planes: "Mi idea es certificar toda la finca como ecológica. Esto me reportará más dinero y podré renovar mi nave y mejorar los cultivos. Como resultado, generará más ingresos".

Aline Rodrigues Madruga y Valdemir Rodrigues Madruga, una pareja de agricultores de Campina dos Ribeiros, en Correia Pinto, tienen certificación ecológica desde hace más de diez años. "Mi suegro ya cultivaba alimentos ecológicos y nosotros continuamos el trabajo", cuenta Aline. Todas las semanas llevan productos como lechugas, coles, zanahorias y repollos para vender en el mercado de la catedral de Lages, y también los envían al PNAE de Correia Pinto.

Cada año renuevan su sello y, en 2023, contaron con la ayuda de Matas Sociais. "Con el descuento del 70% en la certificación que conseguimos gracias a la asociación, invertimos en la construcción de un nuevo invernadero para aumentar la producción", explica. El programa también les proporcionó plantones de yerba mate para enriquecer una zona de bosque autóctono y les ofrece asesoramiento técnico siempre que lo necesitan.

PARROQUIA GARANTIZADA

Neusete Aparecida Maziero, Secretaria de Asistencia Social de Correia Pinto, señala que la agricultura familiar se ha desarrollado en los últimos años en el municipio porque los productores se han dado cuenta de que existe un mercado. Para satisfacer las necesidades de los comedores escolares, por ejemplo, el municipio mantiene una asociación con 21 agricultores y una cooperativa.  

Otro impulso para el sector y para la autonomía de los agricultores son las ferias apoyadas por Matas Sociais, celebradas en las fábricas de Klabin. "Han abierto un universo para que los pequeños productores analicen su propio potencial, crean en aumentar y mejorar la producción y la lleven al mercado con orgullo", afirma.